LOS ESPIRITUS
LUCIFERES
Por Corinne Heline
Las corrientes de deseos del
planeta Marte, hogar de los Luciferes exiliados, se entremezclan con las
corrientes similares del planeta Tierra. Debido a esta interpenetración de
auras de deseos, las influencias Luciferinas, operando a través de este medio,
entraron en la atmósfera terrestre y actuaron sobre la vida de este planeta,
particularmente sobre su aspecto emocional.
Recordemos
que, aunque caídos, los Luciferes son Angeles. Aquellos que tienen ojos para
ver declaran que ellos tienen una radiante belleza. Ellos se mueven en una luz
centelleante que destella con energía eléctrica. La actitud de estos seres de
fuego es de reto, de desafío y su nota clave es la intensidad mental y
emocional y la actividad extrema. Por este medio su conciencia se despierta y
se acelera su progreso.
Por lo
tanto ellos promueven todo lo que favorezca la expresión de su ser. Todo el que
se coloca bajo su influencia es poseído de ansias de libertad de todo tipo de
limitaciones y restricciones para ir hacia profundidades desconocidas y
explorar lo extraño y las alturas no descubiertas. Transmiten también un estado
de abandono, relajamiento y descuido. Las naturalezas de fuego, sin miedo, se
inclinan hacia los Luciferes y este contacto es estrecho y continuo el impulso
obtenido es irresistible.
No es el
propósito de los Luciferes inflamar los pensamientos y emociones del hombre
para llevarlo a la destrucción. Ellos solo quieren crear condiciones más
favorables para su desarrollo. Donde hay sabiduría y fuerza para dirigir las
energías Luciferinas hacia propósitos constructivos, ellos responden con
creatividad y mayor conciencia.
Si los
humanos fueran capaces de dirigir tal fuerza intensa, los Luciferes serían solo
portadores de luz. Debido a la falla de la humanidad en conseguir este
objetivo, la influencia de Lucifer ocasionó la caída y su influencia
predominante es todavía maligna, Los científicos espirituales, sabiendo estos
hechos, no hacen de la debilidad del hombre una excusa para calumniar una clase
de espíritus, que aunque por debajo de los Angeles, son más adelantados que la
humanidad. Ellos son hijos del Padre no menos que la rebelde humanidad y Cristo
está dando Su Vida por la redención de ambos.
En el
mundo moderno los Luciferes se manifiestan fuertemente como espíritus de
rebelión e independencia. A pasar por encima las restricciones morales. Ellos
incitan las disputas y las querellas. Ellos gravitan en donde hay excitación.
La manía de la velocidad es una de sus manifestaciones. En el arte estimulan el
espíritu de libertad, a un grado de abandono, como en el verso libre, el jazz y
el arte moderno. La atmósfera de la tierra está cargada con los pensamientos
destructivos y negativos generados durante siglos pasados.
Colectivamente,
esta forma que puede ser mejor descripta
como una entidad elemental, es utilizada por los Luciferes para incitar
a la humanidad a las peleas, controversias y conflictos apasionados. Una parte
importante del trabajo del hombre y de los seres que lo asisten, es disipar
esta entidad por medio de la generación de fuerzas de carácter positivo.
Cada
pensamiento enviado a la atmósfera, cargado de amor, paz y armonía es una ayuda
en la ejecución de esta tarea. Ante semejante fuerza constructiva masiva las
entidades negativas retroceden y se desvanecen, tal como la luz del Sol disipa
las tinieblas.
A la luz
de este conocimiento, el hombre puede dirigir más sabiamente su destino.
Conocimiento es poder. Conociendo la naturaleza de las fuerzas que actúan sobre
él, puede a conciencia y deliberadamente utilizarlas para su beneficio. Las
fuerzas Luciferinas están sujetas a este control y pueden ser transmutadas en
poderes que proporcionan luz espiritual.
Así como los sabios de la tierra laboraron durante años para preparar
la venida de Cristo, Así también Cristo estuvo preparando durante varios
períodos al sistema para su trabajo redentor. El trabaja con los planetas no
solo desde el Centro Solar del que El es el Logos que preside, sino de una
manera más directa e inmediata entrando en la vida de cada planeta, uno tras
otro, infundiéndoles el mismo espíritu de Su Ser y poniéndolos a SU tono cada
uno de acuerdo a su capacidad de recibir. Los habitantes de la Tierra y de Marte habían
cristalizado tanto las condiciones bajo las cuales vivían, mucho más que otras
oleadas de vida de otros planetas, a tal punto que el trabajo redentor era
urgente en estas dos esferas enlazadas por el deseo. Si hubiera continuado esta
tendencia a la cristalización sin una medida que la detuviera, la limitación de
la materia hubiera alcanzado un nivel en el que la evolución se hubiera hecho
imposible. La humanidad de la tierra no hubiera podido seguir su curso ni
alcanzar su objetivo en este Día de Manifestación. Lo mismo era verdad con los
Marcianos. Cósmicamente tal fue la situación que Cristo voluntariamente quiso
corregir. El está literalmente dando Su Vida para esta realización.
De lo
dicho, es claro que Su trabajo redentor es una actividad permanente. Las
radiaciones de la fuerza de Cristo fluyen sobre la Tierra rítmicamente y
alcanza su punto máximo en el Solsticio de Invierno. La humanidad reconoce este
espíritu amoroso y lo celebra como el
nacimiento de Cristo. Durante esta época la humanidad es tocada por el
invisible poder del amor de este Gran Ser que se sacrifica para que todos
podamos elevar nuestra conciencia de las limitaciones y encontrar la libertad
del espíritu y la vida eterna. La salvación de Cristo no libera al hombre de
afrontar las consecuencias de sus errados actos, sino que le ofrece una
oportunidad de enmendar sus errores pasados y le crea las condiciones para que
pueda adelantar y cumplir su destino. El Señor del Amor no anula la ley;¸la
cumple.
El
descenso de la humanidad alcanzó su punto culminante cuando la civilización
Romana dominó Europa. La mayoría de las Escuelas de Misterios habían perdido
contacto directo con la Luz
del Logos Solar. En esa hora crucial Cristo vino y habitó en el cuerpo del
hombre y de la tierra para efectuar Su trabajo desde adentro y no desde afuera
como lo venía haciendo. Así que se encarnó en el Maestro Jesús y se convirtió
en el Regente de la Tierra. Con
cada venida le resulta al hombre más fácil su perfeccionamiento. El período de
la primera guerra mundial desintegró las formas que se habían hecho rígidas e
inútiles. Por eso Cristo decía que El venía a traer una espada, para destruir
las limitaciones y restricciones de la materialidad.
El
período de la primera guerra Mundial tuvo un efecto desintegrante sobre la
humanidad. Marcó una etapa en la evolución de los Luciferes. El hombre se hizo
más apto para la purificación por medio de la
Luz Blanca de Cristo. Los Luciferes
comenzaron a volver sobre sus pasos. Ellos van hacia el cielo que perdieron.
Pero no todos. Lo mismo sucede con ellos que con la humanidad. Algunos han
desertado y se han enrolado de nuevo bajo la bandera de CRISTO. La radicación y
la belleza de los Luciferes redimidos es indescriptible. Su aura rojo-dorada,
ha sido purificada de sus deseos fogosos gracias a la infusión del poder
sublimante de Cristo. Su fuerza transmutada formará el rubí, una gema de brillo
no menor que el diamante. Ambos reflejan igualmente la luz.
Los
Luciferes redimidos están ejerciendo una influencia poderosa para bien de sus
hermanos no regenerados y de la raza humana que ellos desviaron. Portadores de
la luz fueron cuando indujeron al hombre a comer del árbol del conocimiento. Portadores
de luz son hoy a medida que le brindan al hombre más de ese fruto. El
conocimiento inicial fue prematuro. La humanidad no fue capaz de usarlo
sabiamente. Ahora los Luciferes redimidos trabajan para corregir sus errores
sirviéndole al hombre. Enseñándole a transmutar la pasión en compasión y
cambiando el camino de la muerte por el camino de la vida. Los cuatro Angeles
del Destino, Tauro, Escorpión, Leo y Acuario, trabajan estrechamente con los
Luciferes en sus esfuerzos por restaurar su elevado estado antes de la caída.
Escorpión y Leo le ayudan a la transmutación, Tauro a la liquidación de sus
desudas y Acuario a fortalecer la compasión bajo la cual los deseos se
transforman en poderes del espíritu.
Una vez
que los Luciferes machen todos del lado de Cristo, sus poderes vibrantes
magnéticos se volverán canales de curación. El brillo rojo dorado de sus auras
será recargado con el bálsamo del espíritu. Toda la vida de la tierra será
bendecida con su trabajo. Este servicio de curación para toda la humanidad será
de tal magnitud que ellos obtendrán el retorno al elevado puesto en el reino
angélico que están destinados a ocupar.
Las
radiaciones curativas de los Luciferes se manifestarán bajo el suave verde,
complementario del rojo. Las leyendas del Santo Grial informan que la
Santa Copa fue despojada de la gran
esmeralda que era la única piedra de la corona de Lucifer antes de su caída,
cuando fue herido por la espada de Miguel. Fue la luz de esta joya celeste en
la cabeza de Lucifer lo que le dio el título de “Luz y estrella de la mañana”.
Lucifer y sus huestes recuperarán la corona perdida para transformar sus
maravillosos poderes en un depósito de curación capaz de ayudar y bendecir a
las dolientes criaturas de la
Tierra.-
ASOCIACION INTERNACIONAL DE
CRISTIANOS
MISTICOS MAX HEINDEL
Calle Colombres 2113 – Barrio
Lomas de San Martín
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cristianosmisticos@argentina.com
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Aporte del Sr. Raúl Sasia, que agradecemos.
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