lunes, 14 de mayo de 2012

LOS ESPIRITUS LUCIFERES




LOS   ESPIRITUS   LUCIFERES

Por Corinne Heline

Las corrientes de deseos del planeta Marte, hogar de los Luciferes exiliados, se entremezclan con las corrientes similares del planeta Tierra. Debido a esta interpenetración de auras de deseos, las influencias Luciferinas, operando a través de este medio, entraron en la atmósfera terrestre y actuaron sobre la vida de este planeta, particularmente sobre su aspecto emocional.
            Recordemos que, aunque caídos, los Luciferes son Angeles. Aquellos que tienen ojos para ver declaran que ellos tienen una radiante belleza. Ellos se mueven en una luz centelleante que destella con energía eléctrica. La actitud de estos seres de fuego es de reto, de desafío y su nota clave es la intensidad mental y emocional y la actividad extrema. Por este medio su conciencia se despierta y se acelera su progreso.
            Por lo tanto ellos promueven todo lo que favorezca la expresión de su ser. Todo el que se coloca bajo su influencia es poseído de ansias de libertad de todo tipo de limitaciones y restricciones para ir hacia profundidades desconocidas y explorar lo extraño y las alturas no descubiertas. Transmiten también un estado de abandono, relajamiento y descuido. Las naturalezas de fuego, sin miedo, se inclinan hacia los Luciferes y este contacto es estrecho y continuo el impulso obtenido es irresistible.
            No es el propósito de los Luciferes inflamar los pensamientos y emociones del hombre para llevarlo a la destrucción. Ellos solo quieren crear condiciones más favorables para su desarrollo. Donde hay sabiduría y fuerza para dirigir las energías Luciferinas hacia propósitos constructivos, ellos responden con creatividad y mayor conciencia.
            Si los humanos fueran capaces de dirigir tal fuerza intensa, los Luciferes serían solo portadores de luz. Debido a la falla de la humanidad en conseguir este objetivo, la influencia de Lucifer ocasionó la caída y su influencia predominante es todavía maligna, Los científicos espirituales, sabiendo estos hechos, no hacen de la debilidad del hombre una excusa para calumniar una clase de espíritus, que aunque por debajo de los Angeles, son más adelantados que la humanidad. Ellos son hijos del Padre no menos que la rebelde humanidad y Cristo está dando Su Vida por la redención de ambos.
            En el mundo moderno los Luciferes se manifiestan fuertemente como espíritus de rebelión e independencia. A pasar por encima las restricciones morales. Ellos incitan las disputas y las querellas. Ellos gravitan en donde hay excitación. La manía de la velocidad es una de sus manifestaciones. En el arte estimulan el espíritu de libertad, a un grado de abandono, como en el verso libre, el jazz y el arte moderno. La atmósfera de la tierra está cargada con los pensamientos destructivos y negativos generados durante siglos pasados.  
            Colectivamente, esta forma que puede ser mejor descripta  como una entidad elemental, es utilizada por los Luciferes para incitar a la humanidad a las peleas, controversias y conflictos apasionados. Una parte importante del trabajo del hombre y de los seres que lo asisten, es disipar esta entidad por medio de la generación de fuerzas de carácter positivo.
            Cada pensamiento enviado a la atmósfera, cargado de amor, paz y armonía es una ayuda en la ejecución de esta tarea. Ante semejante fuerza constructiva masiva las entidades negativas retroceden y se desvanecen, tal como la luz del Sol disipa las tinieblas.
            A la luz de este conocimiento, el hombre puede dirigir más sabiamente su destino. Conocimiento es poder. Conociendo la naturaleza de las fuerzas que actúan sobre él, puede a conciencia y deliberadamente utilizarlas para su beneficio. Las fuerzas Luciferinas están sujetas a este control y pueden ser transmutadas en poderes que proporcionan luz espiritual.
            Así como los sabios de la tierra laboraron durante años para preparar la venida de Cristo, Así también Cristo estuvo preparando durante varios períodos al sistema para su trabajo redentor. El trabaja con los planetas no solo desde el Centro Solar del que El es el Logos que preside, sino de una manera más directa e inmediata entrando en la vida de cada planeta, uno tras otro, infundiéndoles el mismo espíritu de Su Ser y poniéndolos a SU tono cada uno de acuerdo a su capacidad de recibir. Los habitantes de la Tierra y de Marte habían cristalizado tanto las condiciones bajo las cuales vivían, mucho más que otras oleadas de vida de otros planetas, a tal punto que el trabajo redentor era urgente en estas dos esferas enlazadas por el deseo. Si hubiera continuado esta tendencia a la cristalización sin una medida que la detuviera, la limitación de la materia hubiera alcanzado un nivel en el que la evolución se hubiera hecho imposible. La humanidad de la tierra no hubiera podido seguir su curso ni alcanzar su objetivo en este Día de Manifestación. Lo mismo era verdad con los Marcianos. Cósmicamente tal fue la situación que Cristo voluntariamente quiso corregir. El está literalmente dando Su Vida para esta realización.
            De lo dicho, es claro que Su trabajo redentor es una actividad permanente. Las radiaciones de la fuerza de Cristo fluyen sobre la Tierra rítmicamente y alcanza su punto máximo en el Solsticio de Invierno. La humanidad reconoce este espíritu  amoroso y lo celebra como el nacimiento de Cristo. Durante esta época la humanidad es tocada por el invisible poder del amor de este Gran Ser que se sacrifica para que todos podamos elevar nuestra conciencia de las limitaciones y encontrar la libertad del espíritu y la vida eterna. La salvación de Cristo no libera al hombre de afrontar las consecuencias de sus errados actos, sino que le ofrece una oportunidad de enmendar sus errores pasados y le crea las condiciones para que pueda adelantar y cumplir su destino. El Señor del Amor no anula la ley;¸la cumple.
            El descenso de la humanidad alcanzó su punto culminante cuando la civilización Romana dominó Europa. La mayoría de las Escuelas de Misterios habían perdido contacto directo con la Luz del Logos Solar. En esa hora crucial Cristo vino y habitó en el cuerpo del hombre y de la tierra para efectuar Su trabajo desde adentro y no desde afuera como lo venía haciendo. Así que se encarnó en el Maestro Jesús y se convirtió en el Regente de la Tierra. Con cada venida le resulta al hombre más fácil su perfeccionamiento. El período de la primera guerra mundial desintegró las formas que se habían hecho rígidas e inútiles. Por eso Cristo decía que El venía a traer una espada, para destruir las limitaciones y restricciones de la materialidad.

           


La Redención de los Luciferes

            El período de la primera guerra Mundial tuvo un efecto desintegrante sobre la humanidad. Marcó una etapa en la evolución de los Luciferes. El hombre se hizo más apto para la purificación por medio de la Luz Blanca de Cristo. Los Luciferes comenzaron a volver sobre sus pasos. Ellos van hacia el cielo que perdieron. Pero no todos. Lo mismo sucede con ellos que con la humanidad. Algunos han desertado y se han enrolado de nuevo bajo la bandera de CRISTO. La radicación y la belleza de los Luciferes redimidos es indescriptible. Su aura rojo-dorada, ha sido purificada de sus deseos fogosos gracias a la infusión del poder sublimante de Cristo. Su fuerza transmutada formará el rubí, una gema de brillo no menor que el diamante. Ambos reflejan igualmente la luz.
            Los Luciferes redimidos están ejerciendo una influencia poderosa para bien de sus hermanos no regenerados y de la raza humana que ellos desviaron. Portadores de la luz fueron cuando indujeron al hombre a comer del árbol del conocimiento. Portadores de luz son hoy a medida que le brindan al hombre más de ese fruto. El conocimiento inicial fue prematuro. La humanidad no fue capaz de usarlo sabiamente. Ahora los Luciferes redimidos trabajan para corregir sus errores sirviéndole al hombre. Enseñándole a transmutar la pasión en compasión y cambiando el camino de la muerte por el camino de la vida. Los cuatro Angeles del Destino, Tauro, Escorpión, Leo y Acuario, trabajan estrechamente con los Luciferes en sus esfuerzos por restaurar su elevado estado antes de la caída. Escorpión y Leo le ayudan a la transmutación, Tauro a la liquidación de sus desudas y Acuario a fortalecer la compasión bajo la cual los deseos se transforman en poderes del espíritu.
            Una vez que los Luciferes machen todos del lado de Cristo, sus poderes vibrantes magnéticos se volverán canales de curación. El brillo rojo dorado de sus auras será recargado con el bálsamo del espíritu. Toda la vida de la tierra será bendecida con su trabajo. Este servicio de curación para toda la humanidad será de tal magnitud que ellos obtendrán el retorno al elevado puesto en el reino angélico que están destinados a ocupar.
            Las radiaciones curativas de los Luciferes se manifestarán bajo el suave verde, complementario del rojo. Las leyendas del Santo Grial informan que la Santa Copa fue despojada de la gran esmeralda que era la única piedra de la corona de Lucifer antes de su caída, cuando fue herido por la espada de Miguel. Fue la luz de esta joya celeste en la cabeza de Lucifer lo que le dio el título de “Luz y estrella de la mañana”. Lucifer y sus huestes recuperarán la corona perdida para transformar sus maravillosos poderes en un depósito de curación capaz de ayudar y bendecir a las dolientes criaturas de la Tierra.-


ASOCIACION INTERNACIONAL DE CRISTIANOS
MISTICOS MAX HEINDEL
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Aporte del Sr. Raúl Sasia, que agradecemos.

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