lunes, 20 de noviembre de 2017

Meditación espiritual para Tauro - en you tube -

CAPÍTULO XXVI

TAURO

Meditación espiritual para Tauro

Cuando el sol pasa de Aries a Tauro, una persona sensitiva percibe un cambio, en la atmósfera psíquica de la tierra, de las muy cargadas radiaciones masculinas de Aries al suave y cariñoso talante del signo de Venus, gobernado por Tauro. La Luna, también femenina por naturaleza, está exaltada en este signo, que enfatiza aún más la tierna y amable disposición de los nativos de Tauro. Por eso, a tenor de estas influencias, se celebra el Día de la Madre precisamente en el segundo domingo de mayo, cuando los atributos femeninos de los cielos están en el ascendente.
Los antiguos representaban a Tauro como una suma sacerdotisa sentada en un trono, con un halo alrededor de la cabeza y un libro abierto sobre las rodillas. Un velo cubría su rostro, simbolizando la ocultación de los Misterios a la multitud aún no despierta. La divinidad femenina posee sagrados secretos de vida que nunca son revelados hasta que se aproxima un buscador con las manos limpias y el corazón puro. El velo de los sacerdotes no se levantará nunca mientras el hombre guerree con su prójimo y continúe matando para comer, por deporte, por vanidad o para practicar crueldades como las de la vivisección. Toda vida es sagrada y todo seguirá así hasta que el hombre sea digno de levantar el velo de Isis y penetrar en los más profundos misterios de la vida.
Los nativos de Tauro son atraídos por las actividades a través de las que encuentran expresión las cualidades venusianas. Y, como Tauro es un signo de Tierra, su expresión tiende hacia la práctica de las artes. La profesión de la curación está favorablemente influenciada por Tauro, especialmente por lo que se refiere a la conservación del cuerpo físico en perfectas condiciones para su espíritu interno.
La nota clave de Tauro es: "Yo poseo". La nota clave de Venus, regente de Tauro, es: "Yo amo". A un Tauro no desarrollado le inclina a un amor posesivo que limita la libertad de sus objetivos provocando disgustos, discordias y dolor en su vida de relación. De este modo se crean grandes deudas kármicas.

Bajo la Jerarquía de Tauro, la Humanidad está cosechando una pesada mortalidad que obedece a causas pasadas. Bajo su signo opuesto, Escorpio, está siendo liquidada la deuda, a escala planetaria, mediante guerras, desórdenes sociales y desastres telúricos.
Bajo Tauro, sin embargo, se activan fuerzas transmutadoras existentes en la naturaleza para transformar la vida del discípulo. Cada personaje bíblico ilustra las características de un signo zodiacal. Una personalidad que tipificó las características de Tauro fue María Magdalena. María, la hermana de Lázaro, tipificó a Cáncer, mientras que la bendita Virgen María vino bajo el signo de Virgo, la Virgen. De modo que las tres Marías más íntimamente asociadas a la vida y ministerio de Cristo Jesús, corresponden a los tres signos femeninos más desatacados del zodíaco. María Magdalena, atractiva y seductora, estaba centrada en las corrientes de deseo de la tierra; pero en cuanto Cristo rozó su trayectoria vital, la llama roja de la pasión se transformó en la llama blanca del alma. Esta transformación fue la que la hizo merecedora del privilegio de ser, entre todos Sus seguidores, la primera en ver al
Señor resucitado y el de ser enviada por Él para transmitir a los demás el más trascendental mensaje de todos los tiempos: "La muerte no existe".

El sendero de la santidad a través de Tauro

Cuando el sol pasa por el signo de Tauro en el mes de mayo, la fuerza de Cristo asciende más y más hacia el aura espiritual de la tierra. El discípulo que está hollando el Sendero de la Santidad, sigue la estela de la ascendente luz de Cristo y penetra en una esfera en la que se encuentra interiormente armonizado y fortalecido por el poder creador de la música. Los seres celestiales que habitan ese plano hablan un lenguaje musical. Cada uno de sus gestos produce música. Ellos moldean y visten toda clase de formas por medio de los tonos musicales. En ese plano, todas las cosas que crecen maduran mediante el poder de la música, y los variados colores de las flores se producen mediante variaciones de tono. La música es ciertamente el supremo poder creador en ese elevado mundo.
La constelación de Tauro es el hogar de los arquetipos cósmicos de todo cuanto existe en la tierra. Esos arquetipos son reflejados por su signo opuesto, Escorpio, hogar de los Señores de la Forma. Esta jerarquía enseña la construcción de formas en todo en plano físico. Y de la constelación de Tauro emana el tono misterioso que Dios utilizó para la Creación, esa Palabra creadora mediante la cual "todas las cosas fueron hechas y nada de lo que ha sido hecho se hizo sin ella". Esta es la nota clave bíblica de Tauro.
Los Señores de Tauro guardan el arquetipo cósmico de un órgano maravilloso, destinado a convertirse en una parte del futuro cuerpo humano. Ese nuevo órgano, semejante a una rosa dorada, estará situado en la garganta y será el centro a través del cual el hombre de la Nueva Edad pronunciará la palabra creadora. Mediante su poder, la generación se convertirá en regeneración y el hombre será capaz de moldear la sustancia a su capricho. En el plano donde las fuerzas de Tauro son más activas y luminosas, uno puede vislumbrar esa perfección y meditar sobre ella.
Entonces percibe el glorioso desarrollo que le espera en el futuro y comprende el sentido de las palabras del salmista: "Tú lo has hecho un poco inferior a los ángeles y lo has coronado de gloria y honor". (Salmo 8:5).

Parábola bíblica para Tauro
Los Talentos (Mateo 25: 14-30)

Tauro es esencialmente la jerarquía del Karma. En los últimos días de esta Era, tanto los individuos como las naciones están limpiando sus deudas kármicas, precisamente bajo este signo, asistido por su polo opuesto Escorpio, en preparación del futuro Nuevo Día. La guerra ha sido acertadamente descrita como una operación de la catarata espiritual. Y, si bien es un terrible azote, es también un medio de limpieza inexorable. Por eso nuestros días están llenos de guerras y de rumores de guerra.
La Parábola de los Talentos es una lección sobre la reencarnación y el karma.
Un gran noble se fue a un país lejano a reclamar su reino. Antes de partir hizo llamar a sus dependientes y le confió a cada uno de ellos un cierto número de talentos. Tras una larga ausencia, regresó y los convocó para rendirle cuentas. El primero devolvió los talentos, pero doblados. "Bien hecho, buen y fiel servidor", comentó su amo. El segundo presentó sus talentos con una pequeña ganancia, de modo que recibió también la bendición de su amo. El tercer sirviente, que había recibido un solo talento y lo había enterrado, lo devolvió a su jefe diciendo: "Tuve miedo y fui y escondí mi talento en la tierra, así que aquí tienes lo que es tuyo". A lo que su amo respondió: "Tú, sirviente perezoso y malvado... echad a este sirviente improductivo fuera, a las tinieblas. A ello siguió la norma críptica del Maestro: "Porque al que tenga, le será dado, pero al que no tenga, hasta lo que tenga le será quitado".
Esta parábola se refiere al ciclo de vidas terrenas. El propósito de cada peregrinaje consiste en que cada hombre conquiste más poder anímico, más vida anímica y más luz anímica.
Cada talento que el hombre trae de sus encarnaciones anteriores ha de ser incrementado, o su vida habrá sido estéril. El primer sirviente, al que se le dieron diez talentos, representa un alma vieja que, a través de muchas encarnaciones, ha conseguido una rica cosecha de poderes anímicos. En cada nueva vida aprende nuevas lecciones, especialmente mediante la meditación, la contemplación y el trabajo, avanzado, tanto en los planos internos como en el externo. El segundo sirviente, que recibió cinco talentos, representa un alma más joven en la escuela evolutiva de Dios. Está aprendiendo sus lecciones principalmente mediante las actividades del plano físico. Su vida se centra principalmente en sus cinco sentidos.
Nótese que cinco es el número de la actividad, mientras que diez es la unión del 1 (masculino) y el 0 (femenino) trabajando ambos armónicamente. Este segundo sirviente representa el estado evolutivo de la gran masa de la humanidad.

El tercer sirviente, que por miedo enterró el único talento que había recibido, representa a los que aún no están totalmente despiertos espiritualmente y se hallan centrados sólo en los intereses del yo mortal. El hecho de arrojarlo a la oscuridad exterior no es una maldición sino el modo de trabajar de la ley divina, pues sólo mediante el sufrimiento y el trabajo puede el hombre despertar su naturaleza superior. Como Mabel Collins dice en su Luz en el Sendero: "Antes de que los pies puedan posarse ante la presencia del Maestro, han de ser lavados con la sangre del corazón".

EL MISTERIO DE LOS CRISTOS

No hay comentarios:

Publicar un comentario