EL PODER CURATIVO DE LA
MÚSICA ACUARIANA DE LA NUEVA ERA
En la Era Acuariana los milagros curativos serán efectuados por grupos
científicamente organizados en armonía con los ritmos vibratorios de los
cielos. Un círculo de doce curadores, cada uno en conformidad con uno
de los doce signos zodiacales, podría hacer maravillas. Es a lo largo de
tales líneas que la magia de la “medicina musical” entrará en posesión. La
aplicación de tales potencias curativas no se limitará a la mente y cuerpo
del hombre, sino que también será un medio para construir y curar su alma.
Además, llegará a ser un rasgo más y más prominente de los rituales
observados en los Templos y en la Iniciación. Se utilizará ritmos específicos
para estimular las corrientes vitales de los centros de la cabeza, ayudando
así en el desarrollo de la vista y oído extendidos. Al poseer estas facultades
aumentadas, un médico podrá oír los “tonos” de los distintos cuerpos del
hombre y, así cualquiera de ellos si está fuera de armonía, prescribir
compases correctivos.
Las vibraciones musicales todavía más poderosas ayudarán a liberar de su
cuerpo al espíritu de un individuo, no por la muerte sino a través de la
Iniciación, si es el momento adecuado para tal desarrollo. A medida que
gana en habilidad para trabajar conscientemente ya sea en o fuera de su
cuerpo, el hombre va a estar cada vez más enterado de su inmortalidad
aquí y ahora.
Se usará cierto tipo de música de Templo para facilitar la aclaración del
Karma y el recobro de la memoria concerniente a vidas pasadas. Esta
actividad estará sintonizada con la nota musical del corazón. En verdad
está escrito: “La música es la misteriosa llave de la memoria, que abre la
puerta de los tesoros guardados en el corazón”. Y otra vez, en las palabras
de Edward Bulwer Lytton: “Los tonos, a tiempos, en música, traerán de
vuelta las cosas olvidadas.
El ritmo del corazón humano está armonizado con la nota clave del espíritu
morador. Mientras más sentimental llega a ser una persona, más rítmica es
la acción de su corazón. Por consiguiente, el pensamiento materialista de
nuestra presente civilización ha traído consigo una pesada carga de
aflicciones al corazón. La nota clave inicial del ego encarnado se centra
en el corazón y encuentra su eco en las pulsaciones de la sangre, en las
corrientes de los sistemas nerviosos, y en las funciones circulatorias y fluidas
del cuerpo. El cuerpo humano es una orquesta, cada órgano un
instrumento, perfecto en sí. Aquí yace la base para la terapia musical. En la
música de la Nueva Era estará el más importante y exitoso de todos los
métodos terapéuticos.
La misión más elevada de la música es servir como un vínculo entre Dios y
el hombre. Construye un puente sobre el cual las huestes angelicales y las
hadas pueden estar más cerca de la humanidad. La música de la Nueva
Era levantará estructuras más firmes para tal comunión que las posibles en
el pasado. Debussy y Ravel han producido composiciones especialmente
diseñadas para servir a este propósito. La música más relevante de la
presente era fue escrita fuera del impulso Cristiano para proclamar el amor
que une el corazón de hombre con el corazón de Dios. La música de este
tipo alcanzará nuevas alturas en el tiempo que vendrá. Entonces el amor
rodeará la tierra y la hermandad del hombre será comprendida de verdad
y de hecho.
La música popular de hoy está armonizada principalmente a la vida
sensoria, mientras en las notas líricas de la melodía el alma encuentra
expresión. La armonía es la nota clave del espíritu. Fue a las armonías
iniciáticas que Santa Cecilia, santa patrona de la música, se refirió cuando
insatisfecha con la música terrenal, exclamó, “¡Oh!, cómo no oír la canción
de alabanza que aquellos Tres Benditos cantaban en las ardientes flamas
del Cantar de la Creación”.
* * *
LA MÚSICA
nota clave de la evolución humana
por
Corinne Heline
Traducido por el
Centro fraternal Rosacruz de Santiago,
Chile
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