Estudios Occidentales De La Sabiduría Bíblica
Los Cinco Seguidores
Felipe
Felipe de Betsaida, se menciona siete veces en el Nuevo Testamento; y cada referencia
es una indicación de su temperamento que era espiritual y también cierto, firme, sincero y
fidedigno. Alto y delgado, era de apariencia imponente, con el pelo oscuro y los ojos azules
brillantes. La leyenda reporta que su hermana Marianne, también se convirtió en un discípulo
del nuevo camino; y acompaño a Felipe y su amigo Bartolomé (Natanael), en sus
peregrinaciones misioneras en tierras extranjeras. Felipe, fue el primer apóstol de los
Samaritanos.
Felipe y Mateo fueron convocados por Jesús, para que alimentaran a la multitud. Pero
ellos, eran incapaces de hacer tal demostración. Así que el mismo Maestro, multiplicó los
panes y pescados para alimentar a cinco mil:
Y todos comieron y se saciaron.
Y de lo que sobró recogieron doce canastos llenos de pedazos de pan y de los peces.
Y los que comieron los panes fueron cinco mil hombres.
A pesar de su fracaso en tal ocasión, el
hecho de que el Maestro los llamara a
realizar dicho milagro, es un indicativo de su
fase muy elevada en el discipulado.
Luego de las grandes transformaciones
producto del milagro de Pentecostés, el
particular trabajo de Felipe fue la sanación.
Cuando viajó a través de Asia en su
ministerio de curación; fue tan exitoso, que
inmensos números abandonaron sus cultos
en los templos, para seguirlo. En Hierapolis,
Nicanora, la esposa del procónsul, se curó y
se convirtió en su discípula. El procónsul y
los sacerdotes del templo, juraron vengarse
de Felipe y sus compañeros (Marianne y
Bartolomé).
El marido de Nicanora declaró, que ella
estuvo rodeada por una luz muy luminosa y
extraña, por lo que no se atrevió acercársele.
Atribuyendo tal acto, a la hechicería, por lo que indujo reducir a los tres y arrestarlos en su
presencia. Ellos fueron llevados hasta la casa de Starchys, un discípulo. Por orden del
sacerdote, serían desnudados para encontrar sus instrumentos de encantamiento; y luego,
colgados ante el templo. Las muchedumbres se mofaron e insultaron a la santa doncella
Marrianne; y cuando intentaron rasgar sus ropas, ella fue cubierta por una nube de luz que la
ocultó de la turba.
Cuando Felipe y Bartolomé terminaron en las cruces, el Salvador apareció, y con Su
mano, marcó una Cruz con una Luz que descendió del cielo con la apariencia de una escalera.
Viendo esto, las personas se llenaron de temor, e intentaron soltar a los prisioneros.
Felipe, sabiendo que su espacio terrenal había acabado, le dio su bendición a Bartolomé
y Marianne, diciéndoles que fundaran una iglesia en ese lugar, a cargo de Nicanora y
ministeriada por Starchys. Él continuó: “En el lugar que caiga mi sangre sobre la tierra, una
vid emergerá y producirá uvas”. Estaba consciente de la presencia de su amado Maestro, en
sus últimas horas. Todo el físico dolor fue transmutado en espiritual beatitud; al igual, que él.
A su vez, confortó a los discípulos reunidos a su alrededor; y finalmente, pasó hacia los
reinos más altos, orando por sus perseguidores.
Marianne y Bartolomé, escaparon de la muerte. Ellos lo cuidaron y enterraron su cuerpo
con la bendición de los Ángeles. Cuando estaban preparando los últimos ritos, una Voz del
cielo se oyó diciendo: “Felipe, el Apóstol, ha sido coronado con un incorruptible corona, por
Cristo Jesús”.
Después de tres días, una planta creció de la santa sangre de ése Discípulo. Una iglesia
se estableció bajo Starchys, como obispo. Nicanora y todos los creyentes, se congregaron y
nunca dejaron de glorificar a Dios; y toda la ciudad, creyó en el nombre de Jesús. Felipe
aparecía a menudo para bendecirlos diciéndoles: “El paraíso se me ha abierto, y he entrado en
la gloria de Jesús”.
El Libro de los Hechos, abre con una descripción la Ascensión. Los Evangelios
contienen la historia de la vida de Cristo Jesús. Los Hechos, detentan la cuenta de la
demostración de Cristificar poderes, cuando se manifestaron en las vidas de Sus individuales
seguidores o discípulos.
El Cristo, entregó Sus enseñanzas a la multitud. Él se mostró en su gloria a quinientos.
Ahora, Su último íntimo toque estaba, con el grupo interno o esotérico que había calificado
para el conocimiento espiritual más profundo. Este grupo, incluyó a los once restantes
Discípulos, a María (La madre de Jesús), María Magdalena, las otras mujeres santas, Lázaro,
y a sus hermanas: Marta y María:
Y… les mandó que no se alejaran de Jerusalén sino que esperasen el cumplimiento de la
promesa del Padre, la cual (Dijo) oísteis de mi boca.
Y es que Juan bautizó con agua, mas vosotros habéis de ser bautizados en el Espíritu
Santo dentro de pocos días. Hechos, 1,4-5
Esta último aparición del Cristo se dio, para dar a los congregados, la instrucción
preparatoria para recibir el Espíritu Santo.
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Corinne Heline
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