TERCERA PARTE
EL SENDERO DE LA SANTIDAD
O
EL CAMINO DE CRISTO
ESTUDIO DEL SENDERO A TRAVÉS DE LOS DOCE
PORTALES ZODIACALES
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
Juan 14:6
Entrad por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y amplia la calle que
llevan a la perdición, y muchos entran por ellas. ¡Qué angosta es la puerta y qué
estrecho el callejón que llevan a la vida!. Y pocos dan con ellos.
Mateo 7:13-14
...Y habrá allí un camino ancho que llamarán vía de la santidad; nada impuro
pasará por ella. Él mismo guiará al caminante y los simples no se descarriarán.
Isaías 35:8
Su sendero no lo conoce el buitre, no lo divisa el ojo del halcón, no lo huellan
las fieras arrogantes ni lo pisan los leones.
Job 28:7-8
Pero ya que Él conoce mi conducta, que me examine, y saldré como el oro.
Job 23:10
Aunque el Señor os dé tasada el agua y el pan medido, ya no se esconderá tu
Maestro, tus ojos verán a tu Maestro; si te desvías a la derecha o a la izquierda, tus
oídos oirán una palabra a la espalda: "Ese es el camino, camina por él".
Isaías 30:20-21
Éste es el único (Camino), hijo mío, el Sendero (que conduce) a la Verdad, (el
Sendero) sobre el que nuestros predecesores pusieron sus pies y, haciéndolo así,
encontraron el Bien
Solemne y suave es este Sendero, pero difícil de atravesar para el alma
cuando aún está en el cuerpo.
Pues, primero, hay que luchar con uno mismo y producir una gran disensión y
conseguir que la victoria sea de parte (de uno mismo).
Pues hay un debate del uno contra el dos, el primero intentando huir y el
último pretendiendo arrastrar a lo inferior.
Y hay gran contienda y batalla (horrenda) de éstos contra otro, el uno
deseando escapar y los otros quedarse.
Uno suspira por ser libre; los otros aman su esclavitud.
Tú, hijo (mío), debes primero dejar atrás tu cuerpo, antes de que llegue a su
fin, y salir victorioso en la vida de conflicto, y luego, como triunfador, dirigir tu
camino hacia casa.
Hermes Trimegisto
Sacrificio, estudio, entrega, ascetismo, verdad, perdón, bondad y alegría
constituyen los ocho senderos de la rectitud. Los cuatro primeros, pueden seguirse
por soberbia, pero los otros cuatro sólo se dan en los verdaderamente grandes.
El Mahabarata
EL MISTERIO DE LOS CRISTOS
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