miércoles, 29 de septiembre de 2010

El Rito del Equinoccio de Otoño: La Cosecha del Alma - en you tube -

Capítulo IV
El Rito del Equinoccio de Otoño: La Cosecha del Alma
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Toda la naturaleza es un reflejo de Dios y el hombre es un reflejo de la naturaleza. Como Dios en desarrollo, los eventos de su vida tienen su correspondencia en las actividades de la naturaleza. Al conmemorarse el Equinoccio de Otoño, todo en él es la abundancia del tiempo de la cosecha. Los campos y los almacenes están abarrotados con la generosidad que produjo la tierra en el año que está a punto de concluir. Este es un período de recapitulación en la vida de todo serio aspirante. Este comienza a extraer la esencia de las experiencias del pasado año y a transmutarlas en sabiduría, que es la Luz, la Vida y el Poder Anímico, la dorada cosecha del Espíritu.
En el Libro de Ruth, uno de los libros más apreciados de la Biblia, encontramos el trabajo del Equinoccio de otoño brevemente descrito. Ruth simboliza el alma aspirante; ella trae la cosecha de su alma y la pone a los pies de su amado místico, Boaz. Esta bella historia culmina con el matrimonio de Ruth y Boaz. El aspirante que, mereciendo su consagración en ese Equinoccio, permanece lleno de fe en la prueba. Luego, en algún Solsticio de Invierno del futuro, las Puertas del Templo se abrirán de seguro para él y se unirá a su divino Amador, el Cristo, para siempre.
La Dorada Luz de Cristo penetra el cuerpo físico del planeta durante los meses de octubre, noviembre y diciembre hasta alcanzar su centro en la Navidad. Así también, el aspirante que entra en el Sendero de los Misterios en el Equinoccio de Otoño aparta su vista del mundo objetivo para centrarse más y más profundamente en lo espiritual.
El se hace uno con la corriente entrante de la Luz de Cristo que fluye en su ser como fluye por los estratos de la Tierra. De modo que entonces él "anda en la Luz como El está en la Luz", hasta que finalmente alcanza el término del Sendero dentro del Santuario del Templo.
Estas verdades siempre tuvieron su parte ceremonial exotérica en las que participaban las masas, pero muy pocos tenían conocimiento del origen y significado de los Festivales de Misterios. En los Grandes Misterios de Eleusis celebrados durante el equinoccio de Otoño, los Neófitos llevaban antorchas encendidas como recuerdo de la búsqueda que realizó Deméter (Ceres, la Diosa del grano), tratando de encontrar a su hija Perséfone. Esto era parte del ritual preparatorio a este sagrado acto. Estos eventos tenían su culminación en la revelación de una mazorca de maíz cosechada, símbolo del matrimonio místico. En medio de las llamas de las antorchas, el rubio y hermoso joven Dios Baco era transportado a lo largo de la Vía Sacra, hasta el Templo de Eleusis, para el ceremonial de la Medianoche. En el Equinoccio de Primavera los Misterios Menores conmemoraban el regreso de Perséfone desde la oscuridad del mundo subterráneo. En una procesión de luces y alegría, ella volvía a través del maíz tierno.
En el Equinoccio de otoño el aspirante recogía su cosecha y la traía a las puertas del Templo para que fuera pesada. Dependiendo de lo mostrado por sus gavillas de maíz, las puertas del Templo se abrían para darle paso a tomar parte en las Bodas Místicas que se celebraban en aquella Noche Santa.
En el festival egipcio de la cosecha, el Faraón (representando al Dios-Sol Horus), caminaba enfrente de un sagrado toro blanco y sembraba las primeras semillas de cebada para asegurar la paz y el bienestar de su pueblo durante el año venidero. Entre los hebreos la celebración del Otoño culminaba en la Fiesta de los Tabernáculos, donde los aspirantes a los Misterios residían por siete días en cabañas construidas con maderas como olivos, palmas y cedros y que habían sido bendecidas expresamente. En Babilonia, unas cabañas similares que eran construidas para la meditación y preparación, eran llamadas casas del matrimonio sagrado. Libra es el signo que rige el matrimonio.
El supremo significado de Libra es equilibrio, la "armonización de los contrarios", que es el objetivo de toda enseñanza esotérica y el trabajo fundamental de toda Escuela de Misterios. En esto debe descubrirse la más profunda interpretación de la exaltación de Saturno en Libra, tan perfectamente simbolizada por el cuadrado mágico.
Libra, el signo de las balanzas, se relaciona con el pesaje del alma; esto es, sosteniendo fuertemente la balanza entre la carne (el alma animal) y el espíritu. Como hemos señalado, si no se cultiva el equilibrio, no puede haber algún desarrollo espiritual. Saturno exaltado en Libra hace posible este trabajo, pues Saturno confiere el instinto por la Ley y el Orden tan necesarios para el desenvolvimiento espiritual.
En la prueba otoñal, el Neófito puede conocer, de una parte, la severidad y fuerte apremio de Saturno, que está representado por la guadaña de la Ley Kármica; y del otro, el tierno abrazo de Venus, el planeta del Amor, regente de Libra. Habiendo sido previamente pesado en las balanzas y encontrado merecedor de entrar al Templo de la Luz Eterna, el Apóstol Pablo le advierte a los que vienen tras él que sólo a través del Amor nos llega la plenitud y exaltación de la Ley.

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del libro "Portales Estelares"

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