miércoles, 29 de septiembre de 2010

Los Sagrados Misterios del Solsticio Invernal - El Ritual del Solsticio de Invierno - en you tube -


Capítulo VII
Los Sagrados Misterios del Solsticio Invernal
El Ritual del Solsticio de Invierno
en you tube, aqui
En medio de la prisa y la confusión, el ruido y la agitación que siempre acompaña al Festival de la Navidad, es bueno el salirse de las actividades externas y penetrar en el ritmo místico de la vida de la Estación Solsticial. En esta Época sagrada un milagro de Cielo y Tierra está trascendiéndolo todo, incluso en nuestro interior, pero los sentidos terrestres debilitados fallan al tratar de comprenderlos.

Aquellos que pueden experimentar un tanto de las glorias de los planos internos, descubren en su momento que pueden encontrar una ayuda inconmensurable meditando frecuentemente sobre la Luz espiritual, pues el ritmo de este festival celeste está sintonizado con aquella Luz interior nunca vista en mar o tierra; pero que es, sin duda, la única verdadera Luz del Mundo: "Y la Luz resplandeció en las tinieblas". El divino San Juan, el Blanco, el más avanzado de los Iniciados bíblicos, relata en el capítulo introductorio de su Evangelio una pequeña parte de la historia cósmica del mundo hecho carne y ofrece una insinuación de la gloria que obtuvo al ser testigo del sublime ceremonial de la Luz interna.

El Rayo de Vida del Cristo anima todo el globo terrestre. Entonces, cuando es propiamente comprendida, la Navidad o Misa del Cristo, no es sólo un festival cristiano.
Pertenece al Mundo. Se extiende a todos los Reinos de Vida. Hay un significado profundo en la verdad oculta relacionada con las leyendas que nos cuentan cómo los animalitos, pájaros, y aún las plantas, participan en el Rito de la Navidad.

Literalmente cada oleada de vida sobre la Tierra experimenta internamente la experiencia del descenso de la Luz Divina según la Fuerza del Cristo Cósmico alcanza el corazón del planeta y se concentra allí en forma de una gloriosa y mística estrella cuya influencia se difunde por el globo, transformándolo en una masa de oro brillante. De lo más bajo a lo alto, cada cosa viviente absorbe esa Luz de acuerdo con su capacidad para recibirla.

Aún el reino mineral es excitado en lo profundo de su inconsciencia.

Los Ritos de la Purificación de la Virgen y de la Circuncisión del Niño están aso-ciados a la Navidad. En terminología mística éstos son llamados " la octava de la Navidad" porque tienen lugar ocho días después del Nacimiento. Se ha dicho que estos Ritos son cósmicamente interpretados en referencia al trabajo de Purificación planetaria llevado a
cabo por las jerarquías de Capricornio y Acuario, las que utilizan los poderes vibratorios del
celestial para recoger y destruir la oscura miasma de muerte que continuamente se renueva a sí misma en la atmósfera psíquica de la Tierra. Hemos visto como Michael lucha con este "dragón".

Es en el Equinoccio de Otoño cuando llega el primer influjo de la Ola de Cristo. Su Estación se extiende hasta el Solsticio de Invierno, cuando Gabriel toma el gobierno de los Reinos Espirituales y las Huestes Angélicas bajo su autoridad asumen el trabajo de "redimir al dragón".

Aunque la miasma oscura es rellenada constantemente por el constante mal del hombre, cada año que pasa la nube va siendo menos densa y, por tanto, más fácil de disolver por el fuego dorado del Cristo ardiendo en el corazón de la Tierra en la fiesta navideña. La repetición anual del Rito de la Purificación eleva el ritmo vibratorio de la Tierra un poco más hacia la nota clave de dicha "canción nueva" mencionada por San Juan, que es la nota
musical de toda la cadena planetaria regida por el Cristo Solar Cósmico. Esta es la nota oculta en la Palabra mística, con la cual el Discípulo Amado comienza su Evangelio.

En los primeros días de la verdadera Escuela Iniciática de Palestina, los Misterios de San Juan fueron establecidos para enseñar a los seguidores de este Bendito Discípulo cómo entonarse con las Vida Solsticial y Equinoccial y cómo sumergirse a sí mismo en esta Luz Redentora. El primer Capítulo de San Juan posee la clave de dicha iluminación. De ahí que muchos Maestros Iniciados urgieran a sus seguidores a hacer uso del poder mantrámico de éste en las meditaciones diarias. En verdad es una Canción Celestial hecha en la métrica de los ritmos planetarios, con el poder para elevar el corazón lo más cerca de Aquel Amor que es la Vida y la Luz del Universo.

Uno de los mayores místicos modernos dijo que el aspirante no necesitaba otro texto espiritual más que el evangelio de San Juan, si lo comprendía correctamente.

En la Noche Santa, cuando la Dorada Gloria del Sol Espiritual irradia el globo terrestre desde su centro, es más fácil para el sol interior del espíritu humano el ser inflamado con una llama tan brillante, que las múltiples maravillas de los Mundos Espirituales son  reveladas en dicha Luz. Durante las largas y oscuras horas de esa Noche Santa, las Puertas del Templo permanecen abiertas para aquellos humildes que esperan fuera, pues han andado trabajosamente por Su Camino y pueden ser entonces contados entre los "nacidos de nuevo" y alabados por las Huestes Angélicas como Hijos de la Luz. Como el número de estos "renacidos" se incrementa poco a poco de año en año, la humanidad debe depender del establecimiento de esta fraternidad en Espíritu, única que puede traer finalmente la Paz entre los Hombres y las naciones.

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del libro "Portales Estelares"

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